Opinión

VERACRUZ, ASESINATOS MASIVOS DE MUJERES

-Segunda Parte-

Por Edgar Hernández

 @LineaCaliente

En la era de Felipe Calderón el gobierno federal desplegó miles de soldados para combatir el crimen organizado, lo cual representaría el inicio de lo que se convertiría en una guerra total contra el narcotráfico misma que se ha embravecido desde entonces.

En esta segunda entrega pretendemos regresar a la memoria del imaginario colectivo hechos que marcaron la historia de la violencia y muerte contra las mujeres provocada por los Cárteles delincuenciales en cogobierno con los gobiernos federal y estatales.

En la era Calderón los 100 narcotraficantes más buscados del país fueron capturados o asesinados; se gastaron miles de millones de dólares, sin embargo, no pudo atemperarse ni dar por terminada la guerra contra la criminalidad.

Por el contrario, el pretendido extermino de los malandros dio lugar a un impacto devastador en el tejido social del país.

Los crímenes violentos perpetrados por los Cárteles y las propias fuerzas de seguridad se extendieron en medio de una casi total impunidad.

El costo humano fue catastrófico: alrededor de 200 mil personas fueron asesinadas y al menos 28 mil “desaparecieron” desde 2007 en todo el país.

Así, tras llegar a su fin el gobierno de Calderón con Peña Nieto la situación en lugar de mejorar se recrudece ya que, tras el corte de cabezas criminales, nuevas ramas, nuevos grupos emergen.

Una docena de poderosos Cárteles que extienden y diversifican su mercado hasta encontrarse con el Fentanillo.

Toman asimismo carta de naturalización el huachicoleo, el cobro de piso, el secuestro exprés, el alto consumo de drogas en el mercado nacional, el total control de las aduanas y escuelas, los nuevos impuestos a la venta de alimentos y lo más grave, se insertan en la política local y nacional imponiendo candidatos y decidiendo elecciones.

 Vaya, ni la Cuarta Transformación pudo detener la ola criminal al sumar, tan solo en el sexenio de López Obrador, 182 mil muertes y pretender colocar al Chapo en el liderazgo nacional lo cual desató una carnicería entre 11 carteles en todo el país.

La complicidad crimen/gobierno; ese compartir los espacios de poder; la impunidad y la entrega de plazas estratégicas a los malandros propiciaron tan estridente clima de violencia y muerte.

Y si bien la mayoría de las víctimas han sido hombres, la masacre se ha extendido a las mujeres también objeto de torturas, tráfico y víctimas de una brutalidad particular.

Todo en medio de una total impunidad.

Los registros oficiales indican que casi 7.000 mujeres y niñas han desaparecido desde 2007, pero activistas dicen que la realidad es mucho peor.

El registro gubernamental de desaparecidos incluye a 164 mujeres de Veracruz, sin embargo, un grupo de monitoreo local, al igual que los colectivos han documentado casi 500 casos de niñas y mujeres que han desaparecido en los últimos tres años.

Es de llamar la atención que a la par de las cifras compartidas por la Fiscalía General del Estado de Veracruz, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en su Informe de 2024 sobre Violencia contra Mujeres, establece para la entidad un total de 283 homicidios de mujeres.

Sin embargo, ¿cuántos crímenes de estos se encuentran registrados bajo ese rubro tras variar arbitrariamente el tipo de delito y confundir el crimen de odio con el delito común?

Bueno, pues para empezar el gobernador Cuitláhuac García con su ignorancia enciclopédica jamás admitió la existencia de feminicidios en la entidad en la proporción documentada.

Una anécdota lo pinta de cuerpo completo cuando el 25 de mayo de 2022 la joven Viridiana Moreno tras 48 horas desaparecida, el atarantado declaró que estaba “resguardada”.

Cuatro días después la Fiscalía informó que la joven fue hallada muerta; partes de su cuerpo fueron encontradas en bolsas de plástico al interior de una cisterna y esparcidas en una calle de la localidad de Chachalacas a una hora de Xalapa.

Y si al gobierno se le olvidan sus historias criminales contra las mujeres, a las familias no.

En la era de la 4T, tres mil 74 veracruzanas fueron víctimas de lesiones dolosas, ocho vivieron secuestro y 420 fueron víctimas de extorsión, es esta última cifra la que ubica a Veracruz en tercer lugar nacional por ese delito, además 23 menores de edad fueron víctimas de corrupción de menores.

Rupert Knox, investigador principal de Amnistía Internacional en México ha señalado que “En este clima de corrupción e impunidad -donde las políticas de seguridad están determinadas por los vínculos entre las redes criminales, los partidos políticos y los intereses comerciales- oportunidades para atacar mujeres y niñas están estrechamente conectadas con el pensamiento de que nadie hará nada serio para protegerlas”.

El punto es que el tema de feminicidios en Veracruz esconde una trampa legaloide ya que en los hechos la escalada no para se llame como se llame.

Y es que para la criminalidad el exterminio de mujeres también es un negocio que va de la mano de la prostitución y la esclavitud.

Mañana concluimos.

Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo