UNIVERSITARIOS VUELVEN A TRIUNFAR INTERNACIONALMENTE
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Antes en Bulgaria, ahora
en Brasil, obtienen medallas
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Es la segunda ocasión en
este año que Ana Paula Jiménez Díaz y Leonardo Míkel Cervantes Mateos, de las
facultades de Ciencias e Ingeniería, son premiados en un certamen de esa área
Fabiola Méndez/ Perla Chávez
La UNAM demuestra nuevamente que es un semillero de campeones. Ana Paula
Jiménez Díaz, estudiante de la Facultad de Ciencias (FC), y Leonardo Míkel
Cervantes Mateos, de la Facultad de Ingeniería (FI), volvieron a ganar en un
certamen internacional de matemáticas. Ahora fue en Brasil y hace un mes en
Bulgaria.
Ambos obtuvieron dos preseas de plata en la 15
Competencia Iberoamericana Interuniversitaria de Matemáticas (CIIM), que se
llevó a cabo en Río de Janeiro, Brasil. Estas medallas se suman a las que
consiguieron el mes pasado en Bulgaria, cuando fueron galardonados con metales
de bronce en la 30 Competencia Internacional de Matemáticas para Estudiantes
Universitarios (IMC, por sus siglas en inglés).
Ana Paula fue la mujer con el mejor puntaje de la
competencia, por lo que también recibió un reconocimiento.
Cervantes Mateos explicó que el certamen consistió
en dos días de exámenes; por día resolvieron tres problemas –elegidos por los
jueces del concurso–, mismos que debían ser resueltos en un tiempo límite de 4
horas con 30 minutos.
“Después de que resolvimos los problemas, estuvimos
atentos a lo que la líder o jueza del equipo necesitara, esto porque a veces
debemos realizar aclaraciones sobre cómo los solucionamos. Posteriormente hubo
una junta final entre los jueces, en la que dieron a conocer las puntuaciones
de todos los participantes… Pero esa información no nos la hacen saber, fue
hasta el día de la premiación cuando nos enteramos que ganamos las medallas de
plata”, añadió.
Por su parte, Ana Paula mencionó: “Me siento feliz
y orgullosa; participar en las olimpiadas de matemáticas es una de mis mayores
pasiones”.
Enamorarse de la ciencia
Jiménez Díaz, de 21 años, alumna del séptimo
semestre de la carrera de Matemáticas, cuenta que “desde los 14, cuando cursaba
la secundaria, comencé a estudiar para participar en olimpiadas, ya que mi
escuela estaba inscrita en la Olimpiada Mexicana de Matemáticas (OMM); después
de clases acudía al Instituto de Matemáticas para los entrenamientos. Al inicio
no entendía nada y no tenía idea de cómo resolver los ejercicios. Pero cuando
empezamos a ver soluciones me asombró que aplicaban ideas sencillas de una
forma creativa. Desde entonces me enamoré de esta ciencia”.
Además de estudiar matemáticas, Jiménez Díaz relata
que en su día a día le gusta nadar, dibujar y reunirse con sus compañeros de la
Facultad para distraerse con juegos de mesa.
Cervantes Mateos, de 19 años, estudiante del tercer
semestre de la carrera de Ingeniería en Computación, recuerda que su interés
por las matemáticas inició desde los 10 años. Cuando cursaba el quinto grado de
primaria realizó un examen de la primera etapa de la OMM y obtuvo el mejor
resultado de su escuela; posteriormente acudió a hacer otra prueba a la
Facultad de Ciencias y fue uno de los 10 finalistas. A partir de ese momento
asistió constantemente a los entrenamientos en el Instituto de Matemáticas de
la UNAM.
Pese a que desde temprana edad se interesó por esta
ciencia, otra de sus grandes pasiones es la programación. “Durante el segundo
semestre de la licenciatura entré al Club de Programación Competitiva;
asistimos dos horas diariamente para resolver problemas de esta área. Estamos
trabajando con el fin de hacerlo crecer y en un par de años competir junto con
la Facultad de Ciencias”, expuso.
La UNAM, su pilar
Para Jiménez Díaz esta casa de estudios ha
contribuido tanto a su formación académica como a acercarla a la comunidad
estudiantil que la ha guiado en sus entrenamientos para las olimpiadas. “Cuando
conoces a alguien que ya ha competido te comparte teoría y herramientas que te
sirven en la resolución de los problemas, y eso ayuda a prepararte”.
Aunado a ello, la estudiante asegura que la
determinación y la constancia son claves, pues considera que es fundamental
aplicarlas en el estudio previo al certamen.
“Desde que comencé con los entrenamientos me sentí
afortunada de que fueran en la UNAM. Entonces me hacía feliz acudir a las
instalaciones; ahí tuve la idea de estudiar matemáticas, y mi sueño de cursar
la licenciatura en esta casa de estudios se hizo realidad”.
Asimismo, el alumno de la FI considera que la UNAM
le ha dado las bases fundamentales para tener éxito en las competencias.
“Entrar a los concursos es algo que enriquece la vida de los participantes. Hay
muchas personas que nos beneficiamos de los entrenamientos porque cambian tu
forma de pensar, te demuestran que a los problemas no hay que tenerles miedo y
hay que enfrentarlos, y esto aplica tanto para los ejercicios de matemáticas
como en la vida diaria”.
En este sentido, asegura que su vida académica está
influida por las olimpiadas desde que eligió la carrera. “No me agrada tener miedo
a los retos, por eso decidí estudiar Ingeniería en Computación, porque sí se
veía como un gran desafío, pero me gusta mucho”.
De participantes a maestros
Cervantes Mateos ha participado en varias
competencias nacionales e internacionales, en las cuales ha obtenido medallas
de oro, plata y bronce.
Debido a su trayectoria e interés por las
matemáticas, pasó de ser participante a dar asesorías, gusto que le nació desde
que ayudaba a sus compañeros de primaria a entender algunos problemas.
Actualmente está en el comité nacional que organiza
entrenamientos en distintos estados del país. Este año fue líder por vez
primera. “Me gusta estar en ambas posturas, pero ser líder es cansado, porque
debes conseguir que los alumnos estén concentrados y se sientan preparados para
los exámenes”.
En tanto, Jiménez Díaz suma un aproximado de 27
medallas en competencias nacionales e internacionales. En 2020 fue reconocida
como la mejor competidora en América del Norte en la Olimpiada Internacional de
Matemáticas (IMO, por sus siglas en inglés), que se llevó a cabo en
Inglaterra, y es una de las cinco mejores del mundo, motivo por el que obtuvo
el premio especial Maryam Mirzakhani.
La estudiante de Matemáticas menciona que “ser
entrenadora es devolver un poco de todo lo que me han brindado las olimpiadas,
también es guiar a las personas a tener un pensamiento lógico-matemático a fin
de que logren llegar a la solución. En cambio, para ser participante es
necesario perderle el miedo a ciertas áreas de dicha ciencia, es jugar con el
problema, practicar una y otra vez y disfrutarlo”.
El futuro
Ana Paula desea volver a participar en la IMC y en
la CIIM, y como entrenadora quiere ser más constante y preparar al equipo de
CdMx y a los alumnos que estarán en concursos internacionales.
Del mismo modo, anhela que más universitarios se
involucren en las competencias, por lo que aconseja: “No tengan miedo a las
matemáticas, son divertidas; atrévanse a convivir con esa área de la ciencia
que se les dificulta”.
Leonardo Míkel refiere que le gustaría continuar
como entrenador en competencias a nivel primaria, secundaria y eventualmente
preparatoria. “Mi meta es hacer que a los alumnos les gusten las matemáticas e
incentivarlos a asistir a los entrenamientos, pero también a estudiar por su
cuenta”.
Agrega que “las matemáticas me abrieron la mente,
me ayudan en mi vida diaria”, por lo que pide no temer al tema, acercarse a la
disciplina, “y si se equivocan repítanlo, en cada intento se mejora más, y así
hasta que logren alcanzar sus metas”, finaliza.
Fotos: Francisco Parra.
FUENTE: UNAM