Opinión

MIEDO (TERROR) EN XALAPA

Uriel Flores Aguayo

Xalapa vive una prolongada, crónica y no atendida crisis de agua, con una escasez grave y peligrosa. En el trayecto de elaboración de una agenda mínima municipal, donde destacan las propuestas para atender esa emergencia, el Movimiento Popular Independiente (MOPI), una organización seria con treinta y cinco años de existencia, organizó un foro denominado “diálogo por Xalapa”.

Entre lo tratado destaca una aproximación a la falta de agua. Dijo el experto Vladimir que la situación le da miedo y que “hasta sed nos va a dar”. Si, coincido, es de miedo nuestro problema de falta de suficiente agua para Xalapa y zona conurbada. Es hora de preocuparse en serio.

Amerita una declaratoria de emergencia y la intervención federal y estatal para apoyar al ayuntamiento. Urge presentar un programa integral para atender lo urgente y crear las condiciones para hacer frente a esa problemática.

Entre otras medidas es indispensable detener la deforestación de las zonas de Chilchotla y el alto Pixquiac, aplicar programas de apoyo a los campesinos reforestadores, buscar fuentes alternas de agua, evitar fugas, instalar sistemas de captación en edificios públicos, no dar agua a nuevos fraccionamientos de Emiliano Zapata, aplicar medidas de austeridad en la comisión municipal de agua, finiquitar la deuda del saneamiento y garantizar abasto suficiente de agua que sea potable de verdad. No se sabe si algo de eso se está haciendo. En ese caso no hay información ni parece suficiente. Incluso el Alcalde y la directora de CMAS se contradicen en el número de pipas propias con que cuentan para surtir a la población.

Este año pinta para ser peor, los tandeos iniciaron desde enero y las protestas vecinales ya se están dando. La crisis del agua pinta para ser grave. No parece que el Ayuntamiento se haya preparado al respecto, todo indica que únicamente administra la crisis y espera la temporada de lluvias para que, de forma natural, haya suficiente abasto. No existe un problema si no se habla de él, y menos se resolverá. Por eso hay que volver un día sí y otro también a exponer el miedo que estamos sintiendo por la falta de agua, pero también las ideas y propuestas que tenemos, todas viables y de segura efectividad.

No perdamos de vista que la falta de agua es familiar en función de higiene y consumo básico, pero va más allá al convertirse en un problema social y económico. El año pasado provocó cierre de escuelas y hoy estamos viendo que cafeterías y restaurantes tienen problemas para mantenerse abiertos. Vamos en camino de escenarios apocalípticos. Hace mucha falta que las autoridades se pongan el overol y hagan frente a esta crisis; debe ser prioridad en sus tiempos y recursos. Primero que haya agua y luego se dedican al ocio y a sus campañas infinitas. Es algo patético que los “representantes populares”, Senadores y Diputados, estén ausentes y ajenos a esta problemática, son un poco menos que figuras ornamentales.

Recadito: Senadores y Diputados viven en el espacio.