“LOS MALOS DE MALOLANDIA”
Por Héctor Guerrero
Solo 5 ministros han renunciado en la historia de México En México se sabe principalmente de cinco casos de ministros de la Suprema Corte que dejaron su cargo, algunos en medio de escándalos políticos.
Ignacio Luis Vallarta es el primer caso del que se tenga registro en México, quien escaló en el poder de Jalisco hasta llegar a ser secretario de Gobierno para después ir a vivir a California y estuvo cerca de ser presidente.
Vallarta se volvió un cazador impecable de las comunidades indígenas, al grado de que dijo que “no debía tolerarse la subsistencia de comunidades indígenas y sus bienes debían repartirse de manera individual y privada”.
Alberto Vásquez del Mercado renunció en protesta contra el destierro a Guatemala del jurista Luis Cabrera a manos del entonces presidente Pascual Ortíz Rubio, en tiempos del Maximato.
Ernesto Díaz Infante estuvo ocho años como ministro hasta que se revelara que había recibido un soborno de medio millón de dólares por la liberación del empresario Alejandro Braun Díaz, quien había sido sentenciado por violar y asesinar a la niña Merle Yuridia Mordáin Segura, de 6 años y a finales de 1988 y tras la salida del empresario de la cárcel, Díaz Infante pidió separarse de su cargo durante poco más de un año y escapó a Estados Unidos, donde estuvo prófugo más de una década para finalmente ser detenido en 2001.
Eduardo Medina Mora (2019)
Eduardo Tomás Medina Mora Icaza, renunció debido a un escándalo en el que se revelaron depósitos por más de 100 millones de pesos, más dinero del que pudo haber ganado como ministro, a cuentas de Estados Unidos y el Reino Unido y hoy vive alejado de la vida pública.
Cuando crees que ya has visto todo en la vida, la renuncia de Záldivar a la corte a poco menos de un año de terminar su periodo de 15 años, parecía un retiro digno, como él lo declaró hace algunos años.
“En aquella época era común que los ministrtros salieran de la Corte para ocupar otros cargos. Lo que demuestra la menor relevancia de la Corte anterior. Esto ya no sucede”, y zaz, se tropiezan con su propia lengua.
La salida de Zaldívar sería la primera en la historia moderna que no ocurre por algún escándalo de corrupción, sino que es con motivos personales, de ambición políticapolíticos y sin que el ministro enfrente una situación polémica en su historial.
A favor del ministro Zaldívar, se destaca su experiencia judicial y su papel en la defensa de la independencia del poder judicial. Recordemos al ex Ministro Záldivar como aquel que, llegando, arremetió contra el ejecutivo, destacando los casos de la guardería ABC y el caso de Florence Cassez.
Sin embargo, su renuncia pone sobre la mesa inquietudes acerca de la integridad del ex Ministro y revisar, con algunos sugiriendo posibles conexiones con casos de corrupción y una ya descarada simpatía, por decir lo menos con el lopezobradorismo.
Dices, bueno, algo de dignidad le queda al Swiftie mayor, cuando al poco tiempo publica una foto con la corcholata para decir que se une a su campaña, ya con el mismo vocabulario del régimen.
Es cierto, todos tenemos la gracia de renunciar en el momento que mejor nos parezca, es nuestro derecho, en el caso de los Ministros, la única via es “por causa grave”.
No sorprende la renuncia pues Zaldivar se volvió más político y Tiktokero que realmente un ejecutor de la justicia, pues defendió una reforma judicial que no tenía ni pies ni cabeza de lo legal y donde el propio Zaldivar esperaba de forma ilegal ampliar por dos años más su mandato, asunto que, afortunadamente no les salió a los malos de pejelandia.
De igual forma se puso del lado de la militarización, de la reforma eléctrica y así paso a ser un evidente siervo del régimen.
En 2015, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, el ministro que votó en contra del Plan B de reforma electoral, buscó la presidencia del organismo mas no obtuvo el veredicto positivo.
Ya en 2019, tras la toma de posesión de AMLO, Arturo Fernando Zaldívar Lelo de Larrea fue electo como ministro presidente de la SCJN.
Bajo este nombramiento, mantuvo una ideología a favor de los derechos humanos, sobre todo de sectores vulnerables, ahí la llevaba, pero uno es lo que es.
A nadie ha de extrañar la historia de Zaldivar quien ha hecho de la traición a propios extraños y a él mismo su modus vivendi, que empezó siendo un aliado natural de Felipe Calderón en el PAN para después “traicionarlo”, ahí con Peña Nieto sobreviviendo y hoy pues ya sabemos donde estará.
Y así fue la renuncia del ministro, más planchadita y más vergonzosa en por lo menos 30 años, para convertirse en un siervo más de López, pero ya digamos de manera oficial.
Al fin el presidente ya dijo que presentará una terna para ocupar el cargo de Zaldivar
“Ya la acepté (la renuncia) y falta que la apruebe el Senado. Después de eso, si la aprueban, yo voy a enviar una terna para la sustitución, entonces ya voy a empezar a ver a quién propongo, a ver si tengo suerte y le atino, porque he propuesto cuatro y dos salieron conservas (conservadores)” y agregó que las personas que propondrá deberán tener lealtad al proyecto de transformación, no a él: “Los que propuse traicionaron el proyecto”.
“Me estoy inclinando por presentar tres mujeres porque tengo más ventajas con las mujeres porque la mujer es más honesta, más definida, es muy trabajadora, tienen muchas virtudes”, manifestó.
Quiere lacayitos, pues.
Así que ahora dice López que sus enemigos son los “Malos de malolandia”, ergo, él y sus huestes son los “buenos de buenolandia” y todo para lavarse la cara del desastre de Acapulco, donde si, todos los dias hasta con el pensamiento, le mientan la madre.
“Nuestros conservadores, estoy cada vez más convencido de que son malos de malolandia, que mienten como respiran, que son muy hipócritas, que aparentan ser gentes de bien y tienen una doble moral, que ya se había difundido y con la idea hitleriana de que una mentira que se repite muchas veces se convierte en verdad.”
Y más cuando se difunda que precisamente ayer confesó que estaba enterado de que el huracán “venía cañón”.
“Cuando estaba escribiendo esto pensé en decir viene cañón, pero dije no, con esto basta”, se refiere al miserable tuit que pudo el dia del huracán a las 8 25 de la noche.
Así que los “Malos de Malolandia”, versus los “Buenos de Buenolandia”, los que ganan son los “Malos de Pejelandia”.
Ya hablaremos un día que significa ser “bueno de buenolandia”.
Tiempo al tiempo.
@hecguerrero