LABORATORIO QUE CUSTODIA LOS DISCURSOS ORALES
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LAMNO está en la ENES
Morelia
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Dedicado a la
documentación, procesamiento, almacenamiento y análisis de distintos tipos de
materiales sonoros
Fabiola Méndez
En Michoacán, un grupo de científicos sociales laboran desde 2015 para
preservar la música tradicional, las costumbres y las leyendas del país en el
Laboratorio Nacional de Materiales Orales (LANMO) de la UNAM, el primero en
México dedicado a la documentación, procesamiento, almacenamiento y análisis de
distintos tipos de discursos sonoros. “Nos dedicamos a documentar lo que
hablamos, decimos, contamos o cantamos. Es un espacio muy basado en el trabajo
de campo”, explicó Berenice Granados Vázquez, responsable técnico del LANMO,
con sede en la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) unidad Morelia,
de esta casa de estudios.
La materia prima de este espacio son los actos
comunicativos que tienen como soporte la voz, el cuerpo y la memoria, es decir,
los discursos que ocurren en un contexto específico (gestos, sonoridad,
corporalidad o expresiones musicales), los cuales son documentados en video,
audio o fotografía a fin de ser estudiados desde diversas disciplinas.
“Se trata de algo único en el mundo. Tenemos muchos
archivos de grabación, discursos orales que son testimonios de documentación
lingüística, de lenguas en peligro, de expresiones culturales desaparecidas y
de las cuales no había un archivo con la capacidad técnica para reunirlas ni
preservarlas, hasta ahora”, afirmó Santiago Cortés Hernández, coordinador
académico y fundador del LANMO.
Recursos e infraestructura
Este laboratorio no cuenta con microscopios, batas,
ni tubos de ensayo, pero sí hay una cabina profesional de audio dividida en
tres secciones: una acondicionada acústicamente para grabación, otra para
registrar voz, efectos sonoros o materiales más acotados, y una sala de control
con instrumentos para editar las señales sonoras obtenidas en trabajo de campo
o en los dos espacios anteriores.
También cuenta con un recinto para la edición del
video obtenido en campo, donde se puede aplicar corrección de color y
digitalización a fin de que sus productos sean usados en videos documentales,
ya sea en formato cinematográfico o televisivo.
Todas estas herramientas –como la consola
analógica, los módulos de masterización o los instrumentos para procesamiento
de video, entre otras– fueron fabricadas especialmente para el laboratorio.
La columna vertebral del LANMO se encuentra en un
cuarto a temperatura y humedad adecuadas, el cual alberga el servidor del
repositorio nacional de materiales orales, que cuenta con una réplica en otra
ubicación geográfica y que a la fecha resguarda 1,788 registros: 885 orales,
583 fotográficos, 305 en video y 15 en documento.
Este laboratorio “no tiene muros”: está a
disposición de la comunidad científica y población en general, quienes pueden
utilizar sus servicios certificados bajo la norma ISO 9001-2015, es decir, si
alguien necesita grabar un discurso oral con propósitos de investigación, en su
contexto de producción natural, puede solicitar apoyo y se le proporciona con
un estándar de calidad internacional.
Además, cualquier persona que haya documentado con
calidad científica sus registros en campo puede integrarlos al repositorio
nacional de materiales orales con fines de almacenamiento y preservación, y
decidir si quiere hacerlos de consulta pública o privada, mantener su derecho
de propiedad o conservarlos ordenados y disponibles mediante la plataforma en
línea.
En ese contexto, Cortés Hernández señaló: “el
laboratorio conjunta una serie de capacidades técnicas que sólo existen en la
ENES. De manera aislada podemos encontrar estudios de grabación o de
procesamiento de video, así como formas de almacenamiento y archivo de materiales
de discurso oral, pero algo que funcione de manera integral, así en conjunto,
sólo existe aquí en la UNAM.”
A decir del investigador, el LANMO también cubre
huecos de información, ya que por todo el país hay necesidades o intereses para
que los músicos tradicionales graben; sin embargo, los estudios no son
accesibles para registrar música tradicional, “son caros, cobran por hora y no
involucran a los artistas en la toma de decisiones”, acotó.
Asimismo, aunque el LANMO se encuentra en la ENES
Morelia, cuenta con un laboratorio móvil para llegar a los lugares más alejados
del país (a la fecha, ha llegado a la huasteca hidalguense, Veracruz, Quintana
Roo, Morelos y Tamaulipas).
Se trata de un camión que funciona con paneles
solares y se acondiciona para ser una réplica de la cabina de grabación física.
Asimismo, puede tomar registro en video según el proyecto.
Uno de los objetivos de este laboratorio es
expandirse a más grupos de investigación y a otras zonas, incluso
internacionalmente. “Nos gustaría representar todo México. Cuando lo
cartografiamos aparece mucho Michoacán, el altiplano central y la península.
Quisiéramos que en el repositorio aparecieran puntos de todos lados”, explicó
Granados.
El LANMO dirige la Red Iberoamericana de Estudios
sobre Materiales Orales formada por instituciones de Colombia, Argentina,
Brasil, España y México; este conglomerado está integrado por académicos y
grupos de investigación de distintas disciplinas, pero enfocados a recursos
orales en alguna de sus etapas: documentación, procesamiento o análisis.
De las investigaciones realizadas desde 2015, han
resultado 29 libros impresos, 19 digitales, 19 discos en forma física y seis
digitales, así como cinco documentales en video. También han desarrollado tres
micrositios con más de 100 pistas cada uno. Para 2023, editarán cinco álbumes
digitales, tres de corta duración y crearán un micrositio con 60 pistas.
Cualquier persona con un proyecto cultural o de
investigación puede usar sus instalaciones.
Cantante de pirekuas
Ismael García Marcelino es originario de Ihuatzio,
en Michoacán, y desde 1988 es cantante de pirekuas, la música tradicional de
los purépechas. Este pireri (como se les conoce a estos artistas) trabaja
incansablemente en la conservación de su lengua. “Hace 30 años la música
tradicional estaba siendo desplazada por la comercial, no sabíamos lo que nos
esperaba”, acotó el compositor y poeta.
Desde entonces Ismael ha generado poemas, novelas y
un manual para aprender purépecha, pero en 2018 tuvo la idea de grabar en el
LANMO un disco como herramienta para ayudar a los estudiantes a aprender dicha
lengua, pero cantando. “De ahí salió un disco grabado a dueto Uéntikumani
sani, que significa ‘vámonos afuera del rincón’”, explicó.
El álbum, a decir de su autor, dentro de unos años
será una herramienta histórica que guardará memoria de los hablantes
purépechas, que cada día son menos.
Como Ismael, cualquier persona con un proyecto
cultural o de investigación puede hacer uso del LANMO y grabar con estándares
de calidad. “Lo más importante es cómo el pueblo mantiene la circulación de su
sangre en el interior de la comunidad, ya que los nutrientes están en la
dinámica de la gente del pueblo. Creo que ahí en el laboratorio tenemos la
herramienta ideal”, finalizó.
FUENTE: UNAM