LA APUESTA DE POLO
Los
Políticos
Salvador
Muñoz
La
fortaleza en este momento del Frente Amplio por México se basa en la
singularidad en que surge la figura de Xóchitl Gálvez, no sólo por el personaje
que es y por la forma de comunicar, sino también por ser vista, a pesar de “ser
política”, como lo más cercano al ciudadano que está un poco o mucho cansado de
“los políticos” o “los mismos de siempre”.
Hemos
comentado aquí el reto del FAM a nivel estatal, que es ir a la caza de
personajes singulares, si bien, no copias ni remedos de Xóchitl, sí que sean
capaces de despertar el interés en el veracruzano sin filias, siglas y colores,
no sólo de votar por el FAM o Xóchitl, sino por acudir primero a las urnas.
Si un
candidato logra eso, que el ciudadano sin militancia acuda a las urnas, ya es
un triunfo.
Igual se
debe considerar que a diferencia del partido en el poder, que apuesta a la
marca AMLO, el FAM ha de jugar al contrario, con el personaje y no tanto con
las siglas, bajo el entendido de que los partidos no son bien vistos por el
ciudadano.
Quizás
por eso a figuras como Héctor Yunes Landa, Julen Rementería y Pepe Yunes se van
sumando personajes singulares en la forma de hacer política, como es el caso de
Polo Deschamps…
Nada de
discursos, nada de posiciones políticas, nada de banderas… Polo Deschamps, al
contrario de otros políticos, acude con el ciudadano común, lo escucha de
manera individual, se mete hasta la cocina, atiende y procura resolver.
Al igual
que Héctor y Pepe, Polo Deschamps tiene un recorrido por el estado pero a nivel
colonia, a nivel de la calle; no con comités, no con seccionales, no con
militantes… sino con la gente. Aquí no metemos a Julen porque a diferencia de
los citados, apuesta más el Senador a lo que diga desde el escaño, en el Puerto
o a veces en Xalapa.
Por
supuesto, es seguro que Polo Deschamps lo tengan que medir con Héctor, Julen y
Pepe bajo la óptica que debe tomar en cuenta el FAM: la intención del voto por
parte del ciudadano, no del militante, no del que lleva casado con un proyecto
que inició con el siglo y que en cada elección, lo desempolvan con un “ésta es
la buena”…
Claro que
Polo Deschamps puede tener una desventaja reflejada en el pensamiento simple de
un ciudadano: “¿Y éste quién es?”, pero también Héctor, Julen y Pepe la tienen
con una expresión lapidaria: “¿Otra vez los mismos?”
La
apuesta de Héctor, Julen y Pepe está en sus partidos, en sus militantes; Polo
Deschamps apuesta al ciudadano… la estrategia política contra la estrategia
ciudadana será interesante y más si se pretende mantener el mismo esquema
fresco, innovador, singular, como el que se dio con Xóchitl…