FOCO VIENA 1900, CON LA OFUNAM
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El Mahler tardío y la
Segunda Escuela Vienesa hilvanan el programa; este fin de semana se
incluye La canción de la Tierra
María Eugenia Sevilla
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Cuando Gustav Mahler compuso su novena sinfonía, prefirió no ponerle
número. Quizá sucumbió a la superstición que acechaba a los compositores que
llegaban a la nueve: morían o no alcanzaban la 10, como Beethoven, Dvorák o
Bruckner. La gran obra que compuso después de su Octava recibió
el nombre de La canción de la Tierra. Tal vez atinó en su
triquiñuela al destino, pues a su famoso ciclo de lieder siguió, esta sí
numerada, su Novena, que escribió entre 1908 y 1909; considerada
por algunos como su mejor obra tardía.
¿De verdad burló al destino? La historia confirma
que no: el mal fario numerológico le hizo a Mahler su jugada fatal a poco de
que hubo trazado la estructura de la Décima, de la que sólo alcanzó
a completar el primer movimiento: el Adagio. Para diciembre de ese
año, la muerte rondó el entorno del músico: le fue diagnosticado un mal
cardiaco que se complicó y acabó con su vida en mayo de 1911. Estas últimas
obras del bohemio influyeron en la formación de la llamada Segunda Escuela de
Viena, que en la primera mitad del siglo XX forjaron Arnold Schönberg y sus
discípulos Alban Berg y Anton von Webern, dando pie a un quiebre definitivo en
la historia de la música, que desembocó en el dodecafonismo tras la Gran
Guerra.
A este arco histórico, entre los albores del siglo
XX y 1914, se dirige el Foco Viena 1900, nodo en torno al cual se
teje la narrativa de la Tercera Temporada, en la Sala Nezahualcóyotl, de la
Orquesta Filarmónica de la UNAM (OFUNAM), en la concepción de José Wolffer,
director general de Música UNAM.
“Una de las solicitudes que se dan con más frecuencia
al interior de la orquesta y por parte de los oyentes tiene que ver con la obra
de Mahler, un referente del repertorio sinfónico que el público agradece”,
comparte Wolffer.
“Habrá una selección de obras emblemáticas de
Mahler y nos detendremos en un momento que tuvo una importancia crucial en el
desarrollo musical del siglo XX y, para acabar pronto, en la manera de entender
el mundo”, añade en referencia a la escena crítica que en la ciencia, el arte y
el pensamiento floreció al vapor de la crisis imperial en la mente de figuras
como Wittgenstein, Kraus, Benjamin, Musil, Freud…
En la música, Mahler, con su concepción de la
sinfonía, preparó el terreno al surgimiento de la Segunda Escuela Vienesa, que
abrió nuevos caminos. “La forma sinfónica había llegado a una extensión muy
lejana a la de la Primera Escuela, con Haydn, Mozart y Beethoven; estaba
rompiendo las costuras de su propio patrón, lo que vino acompañado de un
debilitamiento de la llamada práctica común, que ocurrió desde el Barroco hasta
principios del siglo XX”, explica Wolffer.
En seguida Schönberg, quien se había sumado al gran
espíritu romántico de fines del XIX con obras como Noche transfigurada,
comenzó a buscar otras vías con sus discípulos de forma tentativa. “Esta
especie de angustia, de crisis en la que se sentían inmersos, se refleja en la
música, que encuentra paralelos en los hallazgos de Freud del inconsciente, en
una clase de refundación y derrocamiento de los sistemas anteriores”.
Foco Viena 1900 –que
considera también conciertos de cámara– abre los días 23 y 24 de septiembre
con La canción de la Tierra, de Mahler, a cargo de la mezzosoprano
croata Jelena Kordic y el tenor mexicano Leonardo Sánchez, bajo la batuta de
Sylvain Gasançon, titular de la OFUNAM.
De este compositor, la programación contempla las
sinfonías 4, 5, 9 y el Adagio de la 10; un hilo que se entrama
con obras previas a 1914 de Schönberg, como Noche transfigurada, y
de sus amigos y cómplices –dice Wolffer– Berg y Webern, de quienes se
escucharán sus ciclos de canciones o de piezas orquestales.
El Festival Cultura UNAM, en su segunda edición,
cobija parte del programa de la OFUNAM, en el que figura uno de los conciertos
homenaje al compositor mexicano Javier Álvarez, fallecido este año; artista y
maestro indispensable de la escena contemporánea, quien colaboró largamente con
Música UNAM.
El programa puede consultarse en la página musica.unam.mx.
FUENTE: UNAM