FESTIVAL CULTURA UNAM, ESPACIO DE VANGUARDIA
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Se estrenó La caída
de la Casa Usher, de Philip Glass
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Tres semanas de
conferencias magistrales, ópera de cámara, conciertos, obras de teatro,
presentaciones de libros…
Laura Lucía Romero Mireles
Foto: Francisco Parra.
El Festival Cultura UNAM 2023 inició actividades de ésta
su segunda edición, la cual se prolongará durante tres semanas. Con él, la
Universidad Nacional se muestra, una vez más, como el espacio nacional por
excelencia para la exposición, la reflexión y la discusión de las ideas.
Como parte de sus 85 actividades a realizarse hasta
el próximo 22 de octubre, y entre las que se encuentran varios estrenos, el
público podrá asistir a conferencias magistrales, ópera de cámara, conciertos,
obras de teatro, presentaciones de libros, funciones de danza y cine,
conversatorios, lecturas musicalizadas, homenajes, artes visuales y visitas
guiadas, entre otras.
Al dar la bienvenida al Festival, Rosa
Beltrán, coordinadora de Difusión Cultural, recalcó que la vanguardia se sigue
haciendo en la Universidad, y el lugar de esta casa de estudios es el de los
encuentros, la diversidad y el pensamiento crítico.
“Hemos puesto todas las ganas y el corazón en
tener, durante estas tres semanas, lo mejor de lo que produjeron las distintas
direcciones, algunas cátedras y las unidades de la Coordinación, por lo que es
una alegría ver ese camino de ida y vuelta, y que tendremos las salas llenas.”
No ha sido fácil regresar de la pandemia, época
particularmente compleja sobre todo para quienes se dedican a hacer cultura,
los creadores y el público. “Por ello es maravilloso ver, como hoy, una sala
con boletaje agotado”, expresó.
Las actividades del Festival no
son pocas, con nueve países, diez colaboraciones externas y cooperaciones con
otras instituciones, todo lo cual habla de un agasajo, abundó la escritora.
Además, mencionó, se llevarán a cabo dos homenajes:
uno para el compositor Javier Álvarez, ya que la mejor manera de recordarlo es
escuchando sus obras; y otro al escritor Ignacio Solares, cuya obra se centró
en la llamada nueva novela histórica, y quien tuvo una relevancia particular en
Difusión Cultural de la UNAM, donde fue director de Literatura, de Teatro,
titular de la Coordinación y, por último, dirigió la Revista de la
Universidad.
Finalmente, agradeció al equipo del Festival y
de la Coordinación, así como a su director. “Este es el último Festival de la
gestión del rector Enrique Graue, y a él le agradecemos su apoyo a la cultura
en momentos difíciles, pero en los que la Universidad ha estado al pie del
cañón haciendo lo que sabe”.
En la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural
Universitario, Juan Ramón Ayala, director del Festival, precisó que
se convoca a lo mejor de las disciplinas artísticas que la UNAM puede ofrecer.
Este encuentro, refirió, se caracteriza por la
diversidad en todos los sentidos: disciplinas, estilos e intenciones en cuanto
a la conformación de la propuesta artística y la programación. Se llevará a
cabo en distintos recintos, en el Centro Cultural Universitario, y otros, como
Casa del Lago, Centro Cultural Universitario Tlatelolco, facultades como las de
Estudios Superiores, y planteles del bachillerato.
Minimalismo
Una de las primeras actividades del encuentro fue
el estreno en México de La caída de la Casa Usher, ópera en dos
actos del músico minimalista estadunidense Philip Glass basada en el relato
original de Edgar Allan Poe, con libreto de Arthur Yorinks, coproducción con la
Universidad de California, San Diego.
El crítico y promotor musical Gerardo Kleinburg y
el músico Pablo Gómez estuvieron a cargo de una charla introductoria al estreno
en México de La caída de la Casa Usher. El primero refirió que
pocas instancias en el país se atreverían a escenificar ese título. La Universidad
es justamente un espacio en el que se pueden dar proyectos como este. El
Festival es el sitio idóneo para ello.
Gómez mencionó que los mismos ladrillos con los que
construyeron música autores clásicos –entre ellos Mozart o Beethoven–, como
acordes tonales, son los materiales que utiliza Glass, pero de manera distinta,
completamente novedosa. “Eso es lo que le da una riqueza a su música”.
El elenco estuvo conformado por la soprano Mariana
Flores, como Madeline Usher; el tenor Miguel Zazueta, en el papel de Roderick
Usher; el barítono Josué Cerón, personificando a William; el bajo Ricardo
Ceballos, interpretando al sirviente; y el tenor Jorge Echeagaray como el
médico. En tanto, el Ensamble Usher se conformó por una docena de músicos.