Cultura

EL RECICLAJE EMPIEZA EN NUESTRAS CASAS, ESCUELAS Y SITIOS DE TRABAJO

  • Tenemos que conocer los residuos y separarlos desde el origen: Nancy Merary Jiménez Martínez, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias

 

Participar en el reciclaje de residuos es un esfuerzo que empieza en nuestras casas, escuelas y sitios de trabajo. Consiste en clasificar los desechos que echamos al basurero y que requieren, desde el inicio, un acto de conciencia que se traduce en generar menos y en separarlos para facilitar que tengan, muchos de ellos, una segunda vida.

“Es muy importante que conozcamos nuestros residuos, de qué tipo son (orgánicos: cáscaras o restos de comida; o inorgánicos: papel, cartón, plástico y vidrio) y separarlos desde el origen para que no se contaminen y la calidad de los reciclables se conserve”, afirmó Nancy Merary Jiménez Martínez, investigadora del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM.

A propósito del Día Mundial del Reciclaje, que se conmemoró el 17 de mayo, la especialista aseguró que no todo se puede reciclar en el país, por lo que es necesario conocer, en las inmediaciones de nuestra casa, los centros de acopio y cómo debemos llevar los residuos.

“La clasificación de residuos es el primer paso de un proceso que continúa en una planta se separación más fina, luego en una de tratamiento para triturarlos, y más tarde en sitios especializados que reutilizan los materiales”, explicó.

La universitaria reconoció que en todos los estados del país hay atraso en estos procesos de reciclaje, y que las cifras más altas de recuperación están en Ciudad de México, donde aún se utiliza la “pepena” para este proceso.

Aunque no hay cifras contundentes de cuánto se recicla en México, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales informa que aproximadamente se reaprovecha el 9 % de los residuos generados diariamente, los cuales ascienden a 120,000 toneladas cada día. “Es una cifra realmente muy baja”, mencionó.

Jiménez Martínez destacó la importancia de disminuir los productos empacados que compramos. “El 44 % de todo el plástico que se produce en el ámbito mundial es para empaques, y lo vemos en estos grandes almacenes y supermercados”.

Basura Cero, iniciativa universitaria

Una valiosa iniciativa para hacer realidad el reciclaje se lleva a cabo en el campus Morelos de la UNAM desde 2016. Se trata del programa Basura Cero, que a partir de su puesta en marcha ha reunido 35 toneladas de materiales reciclables y convertido en composta el 100 % de residuos orgánicos que ahí se generan, los cuales se aprovechan en el propio campus.

“Comenzamos quitando los basureros de las oficinas y poniendo botes con separación de residuos en sitios comunes a donde las personas se dirigen para deshacerse de los desechos”, comentó Jiménez Martínez, integrante de este esfuerzo que tiene resultados de eficiencia y también de educación ambiental.

Hace un par de años, este proyecto (llamado oficialmente Programa de Manejo Integral de Residuos Sólidos Universitarios con Enfoque Basura Cero) obtuvo el reconocimiento “Altamente elogiado” en el International Green Gown Awards 2022, patrocinado por la Organización de las Naciones Unidas, y que distingue las iniciativas de sostenibilidad excepcionales efectuadas por universidades de todo el mundo.

Dicho programa ha logrado recuperar en siete años alrededor de 35 toneladas de residuos sólidos valorizables –como papel, cartón, latas, vidrio–, generados por los 2,000 integrantes del campus, y representan la captura de más de 95.6 toneladas cortas de dióxido de carbono equivalente.

Asimismo, el 100 % de los residuos orgánicos de poda del campus Morelos son tratados en la planta universitaria de compostaje de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, institución con la cual se tiene un convenio para ello.

La especialista del CRIM considera que esta iniciativa podría replicarse en otros sitios de la UNAM, como las Escuelas Nacionales de Estudios Superiores (ENES) o las Facultades de Estudios Superiores (FES), donde hay comunidades más pequeñas que en Ciudad Universitaria.

 

 

FUENTE: UNAM