Opinión

EL DILEMA DE MOVIMIENTO CIUDADANO

Pedro Peñaloza

“Si permaneces neutral en situaciones de injusticia

significa que has elegido el lado opresor”.

Desmond Tutu

 

La elección presidencial de 2024 ya es el tema central en las agendas de los partidos políticos. La imposición de AMLO para adelantar los procesos electivos en Morena, y al mismo tiempo usarla como distractor ante la crisis expansiva de criminalidad y violencia que azota al país, tuvo un irremediable efecto en los demás agrupamientos políticos, quienes también inventaron métodos para nombrar a sus candidatos, aunque violen la ley, con la complicidad del INE y del Tribunal.

Ahora, el bloque oficialista y sus corcholatas, compiten para ver quien alaba más al inquilino de Palacio Nacional; la oposición registró candidatos que no provocan ninguna emoción y sí mucho aburrimiento, con la excepción de Xóchitl Gálvez quien gracias a la soberbia de AMLO y a sus reiterados ataques la ha catapultado.

En este contexto de disputas por el poder, es donde podemos ubicar la postura de Movimiento Ciudadano (MC), un pequeño partido que gracias a los votos obtenidos mayoritariamente en Nuevo León y Jalisco, sobrevivió en las elecciones de 2018 y 2021. Dante Delgado, su dirigente-dueño, se ha declarado enemigo de una alianza con el Frente Opositor, con argumentos que únicamente esconden un tufo sectario.

¿Cuál es la diferencia entre MC y las propuestas del bloque opositor? En el Congreso de la Unión se ha aliado con esos “viejos partidos” para detener las arbitrariedades y atropellos de Morena. Sin embargo, el antipriismo de Delgado es selectivo, ya que en la presentación de propuestas de la plataforma llamada “Mexicolectivo” fue cobijado por viejos priistas.

Sin embargo, ya hay posturas distintas en MC: el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, afirmó que no comparte la política “aislacionista” de su partido; el gobernador de Nuevo León, Samuel García, y el presidente municipal de Monterrey, Luis Donaldo Colosio, apoyan a Dante Delgado en su aventura.

Generalmente en una disputa por el poder, máxime en este caso el presidencial, se pueden poner a debate dos elementos: el programa y el candidato. Aún no hay propuestas aprobadas de programa ni candidato. ¿Entonces cuáles son las diferencias que arguye Dante?

En fin, lo que podría suceder, de mantener su política sectaria, es que MC se vaya por su lado, obtenga en el mejor de los casos entre 7 y 8 por ciento de la votación y le haga un gran favor a Morena; conservaría su registro, sus prerrogativas y su puñado de legisladores. Y sí, será el esquirol en la confrontación de los dos bloques previsibles. Ese es el dilema de MC.

@pedro_penaloz

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