Espectáculos

EL CARRO DE COMEDIAS CUESTIONA LOS ROLES ESTABLECIDOS EN LA SOCIEDAD

  • Presenta en el CCU El gran teatro del mundo, de Calderón de la Barca

Rebeca López

Foto: Barry Domínguez.

Una compañía viaja en su carro de comedias representando, una y otra vez, la misma obra. Una ficción que refleja la vida, o tal vez la vida convertida en ficción. Los límites entre un espacio y otro no están claros. El autor repartirá los papeles, pero… ¿está realmente todo el elenco en igualdad de condiciones para representar cualquier personaje? ¿O será que la movilidad social se parece a la posibilidad de obtener un papel protagónico sin tener palancas?

Tal es la historia que escenifica, desde el 5 de abril, el Carro de Comedias de Teatro UNAM, en la explanada de la fuente del Centro Cultural Universitario (CCU). Se trata de El gran teatro del mundo, una obra barroca de Pedro Calderón de la Barca, que, bajo la dirección de Andrés Carreño, invita al público a sumergirse en una experiencia teatral que trasciende el mero entretenimiento para convertirse en un viaje emocional y reflexivo.

La adaptación, concebida para democratizar el acceso al teatro en espacios abiertos, se convierte en una ventana al pasado y un reflejo del presente. La obra, que originalmente delineaba la vida como una representación en la que cada actor desempeña un papel divinamente asignado, hoy se transforma en una metáfora de la compleja interacción entre identidad, humor y resistencia. En palabras del propio director: “El teatro que doy tiene el sello de las cosas que hago, siempre es a través del humor”.

La dirección de Carreño, con más de dos décadas de experiencia en el ámbito teatral y cabaretero, se muestra como un acto de compromiso social y artístico. Su enfoque, que conjuga la sátira y la reflexión, apuesta a que cada función no sólo sea un espectáculo escénico, sino una invitación a cuestionar los roles establecidos en la sociedad.

“A mí me parece que el teatro tiene que ser divertido en toda la extensión de la palabra, como un acto gozoso”, aseguró en entrevista.

Andrés Carreño no se limita a recrear una obra clásica, sino que la reconfigura para que resuene con los desafíos contemporáneos. La obra en su nueva versión, invita a la reflexión sobre la identidad y la libertad individual, y a su vez se convierte en un llamado a la acción para quienes buscan en el arte una forma de resistencia y autoconocimiento. “¿Somos conscientes de que estamos dentro de esa representación o no?”, se preguntó.

Con 27 años de existencia, el Carro de Comedias de la UNAM es un proyecto profesional de teatro itinerante y funciona mediante un remolque que se transforma en escenario. Ofrece funciones en escuelas, plazas públicas y diversos espacios al aire libre. Se presenta ante todo tipo de públicos y bajo las condiciones climáticas más variadas. El elenco realiza todas las tareas que requiere cada función, incluidas el montaje y desmontaje. La selección del elenco es anual y se realiza a través de una convocatoria abierta de audición.

En la puesta en escena intervienen creadorxs escénicos con amplia trayectoria artística en los rubros de dirección escénica, dramaturgia, diseño de escenografía y vestuario, composición musical y de movimiento, etcétera.

En El gran teatro del mundo el elenco está integrado por David Barrera Bautista, Tamara G. Cano, Rosa Luna, Paulina Márquez, Marlon Perzabal y René Segreste. Allan Flores es asistente de dirección; Mauricio Ascencio está a cargo del diseño de la escenografía y el vestuario, y Julio Gándara es el encargado de la composición musical y el diseño sonoro.

Con un enfoque innovador y profundamente humano, la puesta en escena promete ser un punto de inflexión en la manera de entender y vivir el teatro. A decir de su director es una invitación a dejarse cautivar por el poder del humor y la fuerza de una dirección comprometida con el cambio social, que nos recuerda que cada función es, en definitiva, una gran representación de la vida.

La obra se presentará hasta el 29 de junio, los sábados y domingos a las 11 horas, en la explanada de la fuente del CCU. La entrada es gratuita.

Fuente: UNAM