DE LO VERDE A LO PODRIDO
Martín Quitano Martínez
Cuando
los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto”.
George C. Lichtenberg
Jactancioso desprecio el de
esos personajes que traen las ideas en los pies naranjas. Son estos jóvenes
privilegiados, claro ejemplo de la lumpenproletarizacion de la actualidad política,
pues atrevidos y arrogantes, gustan de divulgar sus incongruencias o acaso
muestran cínicamente su innegable condición de ignorancia de nuestras
condiciones y padecimientos nacionales.
El obtuso alcance del mundo
político del que han decidido no salir, no les permite observar la masiva
realidad que los circunda, y que reclama mucho pero mucho más que la relamida
popularidad de los likes y de los seguidores de las redes sociales. Sin embargo
son su sitio de confort, sus nichos donde se regodean asumiendo que todo está
permitido, hasta lo de mostrar su miserable intimidad política y humana.
¡Qué imágenes y mensajes los
que nos han regalado estos jóvenes de la “nueva política”¡ Pintados de cuerpo
entero, mostrando con desvergüenza su idea del concepto política, en el que predominan
las ocurrencias y la banalidad de los objetivos como ruta discursiva. Es una pena observar lo
convencidos que están de sus “aportaciones” ante una sociedad violentada y
abandonada.
Desde la vulgaridad de los
mirreyes, asumen que nadie podrá negarse a sentirse atraído y chocar copas ante
esa nueva y genuina demostración de “compromiso y responsabilidad”. Pasar de lo
verde a lo podrido sin pasar por lo maduro, dice un refrán popular que aplica
para esa “nueva” clase política naranja que se escuda en campañas “pegadoras,
papá”, aprovechando sus cinco minutos de fama como esquiroles del grupo
gobernante contra el frente opositor.
Los alumnos destacados del
dueño de la franquicia, convertido en el bailarín de la simulación, que como
dice una cosa dice la otra, y que mientras los niños norteños juegan en redes a
la “nueva política”, asegura su lugar poniéndose nuevamente en lista y por qué
no, también a su hijo. Él sí sabe cómo
impulsar la “nueva política”.
Lo trágico de toda esta
condición son los votos que puedan recibir: que la mala percepción de la política
y los políticos en nuestro país, de la mano de la ignorancia, los convierta en
un refugio para sectores que “pasan de la política” y siguen modas y
“coincidencias” o para personas hartas de mirar el contexto de una disputa
polarizada. En fin, que ante el clima que se avizora para el proceso electoral,
el reto es que no se inhiban las condiciones para que se logre la participación
responsable que se requiere en un proceso complejo con componentes que aseguran
una disputa real del país que queremos ser después del 2 de junio.
DE LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA
“Si no puede gobernar
que renuncie”, ¿En serio? El comal le dijo a la olla.
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