CISS Y SNTSS COINCIDEN EN QUE NO PUEDE EXISTIR SINDICALISMO SIN PERSPECTIVA DE GÉNERO
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Se reconoció la labor de las mujeres
sindicalistas en el diseño del Convenio 190 y la Recomendación 186 de la OIT,
relativos a la violencia y al acoso laboral.
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Panelistas visibilizaron la carga excesiva
de las mujeres en la tarea de cuidados y reconocieron el rol central de los
sindicatos en las demandas de las personas trabajadoras, respecto a las
necesidades de cuidados.
Ciudad de México 7 marzo
2024.- En el marco del Día Internacional de la Mujer, se llevó a cabo el foro
“Género en el mundo del trabajo: Perspectivas Sindicales”, convocado por la
Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS) y el Sindicato Nacional
de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), con el objetivo de refrendar la
importancia de las organizaciones sindicales en el fortalecimiento de la
igualdad sustantiva en los entornos del mundo del trabajo, desde la inclusión
de la perspectiva de género, así como las estrategias para eliminar la
violencia y el acoso en el mundo laboral, concluyendo que no puede haber
sindicalismo sin perspectiva de género.
Para este foro, se llevaron a
cabo 3 paneles divididos de acuerdo con los siguientes temas: la igualdad de
género en los sindicatos; el sistema de cuidados, la violencia y el acoso en el
mundo laboral y; el Convenio 190: obstáculos y oportunidades.
Durante el panel Igualdad de
género en los sindicatos, Margarita Cortes Cid, directora del Sistema Nacional
para la Igualdad entre Mujeres y Hombres del Instituto Nacional de las Mujeres
(Inmujeres), señaló que México se ubica en el lugar 32 a escala global en lo que
respecta a la brecha de género, por lo que se calcula que deberán pasar 132
años para lograr la igualdad entre hombres y mujeres.
La también ex titular de la
Unidad de Igualdad de Género en la Secretaría de Relaciones Exteriores y la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público señaló que “la presencia de mujeres en
sindicatos es mínima. Sólo 20 por ciento de ellas cuentan con representación de
parte de mujeres, por ello es necesario impulsar liderazgos inclusivos de
mujeres, siendo fundamental la participación de los hombres en los trabajos de
cuidado, favorecer esquemas de representación de mujeres en puestos, así como
reducir, transformar y eliminar el acoso y el hostigamiento sexual”.
Para ahondar en el mismo tema,
Inés González, Coordinadora fundadora de la Red de Mujeres Sindicalistas,
explicó cómo las diferencias de género determinan relaciones de poder
desiguales entre hombres y mujeres, lo que resulta en mercados laborales
segregados, tarea de cuidados desigual, discriminación y violencia laboral y un
20 por ciento de brecha salarial por temas de género.
Agregó que los sindicatos
deben generar una agenda de género más allá del 8 de marzo, una que incluya
estatutos que permitan acceder a las mujeres a los puestos de liderazgo y así
eliminar la discriminación, y, de esta forma, ayudar a disminuir la brecha de
género persistente. Finalmente, llamó a aprovechar las reformas legislativas
argumentando que “las leyes deben cumplirse, pero también tienen que servir
para cambiar la realidad”.
En el panel de Sistema de
cuidados, la politóloga e investigadora en el área de maternidad, cuidados y
seguridad social de la CISS, Lourdes Jiménez Brito, explicó que se vive un
momento de transición del sistema de los cuidados, de una esfera privada a una
pública, ya que la organización social del cuidado fue marginal dentro de las
estructuras de los regímenes de bienestar.
Indicó que las mujeres usan su
tiempo para el cuidado de otras personas sin recibir una remuneración a cambio,
y dado que la seguridad social no considera esta actividad como un trabajo, no
pueden acceder a esta cobertura.
“Se debe desfeminizar y
desfamiliarizar el trabajo de cuidados, y los sindicatos tienen un rol central
en las demandas de las personas trabajadoras respecto a las necesidades de
cuidados, por lo que no pueden permanecer ajenas”, aseveró.
En tanto en el panel La
violencia y acoso en el mundo del trabajo; Convenio 190 obstáculos y
oportunidades, la Oficial Nacional de Género (OIT), Ana García, expuso que, “en
lo relativo a la igualdad y a la no discriminación, la OIT tiene el Convenio
190 y la Recomendación 206 sobre violencia y acoso”.
“Ambos instrumentos son el
resultado de los esfuerzos de mujeres sindicalistas, de narrativas y
experiencias de discriminación y violencia en todo el mundo. Las sindicalistas
pedían una amplia definición de la violencia y el acoso en el mundo del
trabajo, atención a la violencia de género y el acoso laboral, disipaciones
para la prevención, medidas de protección y apoyo a las trabajadoras y
trabajadores”, aclaró.
Durante la clausura del
evento, el secretario general de la CISS, Álvaro Velarca Hernández, indicó que
esta Conferencia ha reconocido y valorado las aportaciones de las mujeres desde
su fundación en 1942, y desde ese entonces se trabaja para garantizar la
seguridad social de las personas trabajadoras sin importar su género.
Asimismo, aseguró que la
Conferencia trabaja continuamente en la institucionalización de una política de
igualdad, misma que ha sido distinguida con en el reconocimiento Nivel Oro de
la Norma Oficial Mexicana (NOM) NMX-R-025-SCFI-2015 en Igualdad Laboral y No
Discriminación.
Por su parte, Arturo Olivares
Cerda, secretario general del CEN del SNTSS, alertó que a pesar de que la
participación de las mujeres en el mundo laboral ha avanzado, la inequidad y la
injusticia prevalecen, pues en México sólo 40 y 45 por ciento de las mujeres
participan en el mundo laboral, y sólo 45 por ciento de las mujeres en edad
productiva trabajan, de ahí que el SNTSS promueve la acción de las mujeres en
el trabajo gremial incluyendo más su participación en estos espacios.
Por su parte, Carolina Espinoza
Tapia, copresidenta Mujeres Interamérica ISP y de la Comisión Nacional Género
CONFUSAM (Confederación Salud Municipal Chile), indicó que el Convenio 190 se
plantea como un instrumento para concientizar y redignificar espacios de
respeto en los espacios laborales, además de contar con un enfoque de género
para erradicar formas abusivas en los trabajos y elementos de prevención.
A modo de conclusión, la
socióloga, politóloga y la Oficial de Igualdad de Género y de Trabajadores con
Discapacidad de la Internacional de Servicios Públicos (ISP), Verónica
Montufár, dijo que el COVID-19 trajo una crisis en la tarea de cuidados en
materia económica, política, global, pero también ética, pues se reflexionó
sobre la creencia “natural” de los cuidados como una tarea de las mujeres.
La propuesta, agregó, es
desfamiliarizar el cuidado y transferirlo a la esfera pública, que sea
responsabilidad del Estado.
Calificó de “fundamental
reconocer el cuidado como un derecho humano. Anhelamos que la Corte
Interamericana de Derechos Humanos dé una luz verde a este reconocimiento, será
un gran soporte contar con esta opinión consultiva de la CIDH”.