BETILIEVERS Y XÓCHITLOVERS
Salvador Muñoz
Los Políticos
Los Betilievers y los
Xochitlovers ya encaminan la final de su Casa de los FAMosos con sus dos cartas
más fuertes, dejando de antemano fuera de la jugada a Santiago Creel.
Ambos bandos consideran que tanto una como la otra está mejor preparada que su
contendiente… es comprensible…
Ambos bandos esperan llevar a la contienda a la mejor en el deseo de que
bajo su conducción, las cosas en México se compongan.
Hay quienes ponderan la gracia y otra cosita de Xóchitl Gálvez para responder a
los embates del sistema en el poder, que dicho sea de paso, lo hace con mucha
jiribilla y chanfle y eso sí, un buen manejo de argumentos.
La misma Beatriz deja de lado “la simpatía” o el “ser simpático” para dar paso
al “ser político” con una serie de aptitudes y actitudes para enfrentar las
crisis…
Como anillo al dedo sobre este comentario de Paredes Rangel, cae el
comportamiento soso y zonzo del presidente López Obrador cuando al ser
cuestionado por el caso del presunto homicidio de los cinco jóvenes de Lagos de
Moreno, Jalisco, responde con un intento de “chiste” que no es otra cosa, que
poner oídos sordos a los cuestionamientos de los reporteros y por ende, de una
sociedad inmersa en una vorágine violenta. Lo más terrible, el festejo que le
hacen en la rueda de prensa los presentes… en fin.
El asunto es que entre Betilievers y Xochitlovers surgió un tema a debatir: Qué
tan relevante es que haya simpatía en quien salga ungida?
La apuesta por quienes optan por la Preparación por encima de la Simpatía,
vale; por supuesto que es válida la intención pero sólo en este momento de
definiciones, es decir, entre los de casa…
Un ejemplo muy claro de lo que me refiero, ocurrió en 2018 en nuestra entidad.
El tema a contar está lejos de una contienda nacional, pero no deja de ser un
buen ejemplo.
En el 2018, la pelea por la Gubernatura en Veracruz era Cuitláhuac García
Jiménez, Miguel Ángel Yunes Márquez y Pepe Yunes Zorrilla.
Cinco años después, acciones y ejercicio del poder ejecutivo, evidencia con
bastante nitidez que el que ganó esas elecciones está y estaba a años luz de la
Preparación (y paradójicamente de la Simpatía… fue el efecto AMLO)… pero lo
peor del escenario de aquella elección es que quizás el PRI llevó a su mejor
carta en cualquier fase que se le quiera ver, desde lo académico, político y
hasta moral, ¡y quedó en tercer lugar!
No digo que se postule a un burro como nos ha demostrado Morena en varios
escenarios donde con la mano en la cintura, gana; o se postule a una vaca, como
alguna vez citara Uriel Flores Aguayo allá por inicios del siglo y de lo que
hoy es Movimiento Ciudadano…
A lo que voy es que quien sea que quede entre Xóchitl y Beatriz, se tome en
cuenta un factor que tendrá que ir más allá de la preparación y/o simpatía de
la ungida: la unidad, y eso, en un factor secundario a resolver, desde mi punto
de vista.
El segundo que debiera ser el primero, y quizás contemplarse antes de la
decisión, es la serie de combinaciones que puede haber en el interés ciudadano
con la candidata en diversas opciones, es decir, por poner un ejemplo con una
serie de encuestas:
Xóchitl con PAN, PRI y PRD; Xóchitl con PAN; Xóchitl con PRI; Xóchitl con PRD;
Xóchitl sola…
Beatriz con PAN, PRI y PRD; Beti con PAN; Beti con PRI; Beti con PRD; Beti
sola…
Resolviendo la reacción de los ciudadanos ante estos escenarios, quizás pudiera
dar un mejor norte para ver quién pudiera estar en el ánimo electoral de
quienes han de buscar en la Oposición, una opción de cambio porque el Payaso de
Palacio Nacional no les convenció.