ALCOHOLÍMETRO, LIGADO A REDUCCIÓN DE 70 % DE ACCIDENTES
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Veinte años del programa
en Ciudad de México
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Es de vital importancia
cuidar el consumo de esas bebidas no sólo durante la próxima temporada
navideña, sino también el resto del año: Luis Carlos Faudoa, de la Facultad de
Medicina
Roberto Gutiérrez Alcalá
El Programa Conduce sin Alcohol o Alcoholímetro se puso en marcha por
primera vez en Ciudad de México hace ya 20 años. Desde entonces ha evitado
innumerables accidentes de tránsito causados por el consumo excesivo de bebidas
alcohólicas.
La cantidad de alcohol que se encuentra en la
sangre después de haber ingerido bebidas alcohólicas, conocida como
alcoholemia, se mide en gramos por cada litro de sangre o en miligramos por
cada litro de aire exhalado.
Tanto la Organización Mundial de la Salud como la
Organización Panamericana de la Salud recomiendan que, a la hora de manejar un
vehículo motorizado el límite de alcohol en sangre en la población en general
sea de 0.5 gramos por litro y en conductores jóvenes o inexpertos de 0.2.
Por lo que se refiere a nuestro país, el artículo
50 del Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México establece que está
prohibido manejar vehículos motorizados cuando se tenga una cantidad de alcohol
en la sangre superior a 0.8 gramos por litro o en aire espirado mayor a 0.4
miligramos por litro.
El alcoholímetro es un instrumento que mide el
nivel o porcentaje de alcohol en la sangre, porque éste se correlaciona con los
efectos que produce en el organismo.
“Si una persona se toma una o dos cervezas de 355
mililitros, el alcohol que contiene se podrá percibir en su aliento más o menos
una hora después. Pero si se las toma y le practican de inmediato la prueba del
alcoholímetro ésta saldrá con un nivel alto, porque el alcohol aún permanece en
su estómago; es decir, dará un falso positivo, como si estuviera más
alcoholizada de lo que realmente se encuentra”, indica Luis Carlos Faudoa
Mendoza, coordinador de la Clínica de Atención Integral para las Adicciones,
del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la
UNAM.
Metabolización
Una cerveza (355 mililitros), una copa de vino (150
mililitros) y medio caballito de tequila (30 mililitros) contienen 10 gramos de
alcohol, o lo que es lo mismo, una unidad de alcohol.
Una persona de aproximadamente 70 kilos tarda más o
menos una hora en metabolizar media unidad de alcohol (si se trata de un
bebedor crónico, es probable que lo haga con más rapidez).
“Así, el alcohol en sangre en un hombre de unos 70
kilogramos sube con una cerveza a 0.2 gramos por litro; con dos, a 0.5; con
tres, a 0.7, y con cuatro a 0.9. Entretanto, el alcohol en sangre en una mujer
con ese mismo peso sube con una cerveza a 0.3 gramos por litro; con dos, a 0.6;
con tres a 0.9, y con cuatro a 0.12. Esta diferencia entre ambos sexos se debe
a que el volumen de distribución de agua en ellas es menor al de los varones.
Claro, los efectos del alcohol en cualquier persona dependen también de si
durmió bien la noche anterior, si comió antes de beber o mientras lo hacía y si
ingiere alcohol de manera crónica”, declara Faudoa Mendoza.
Riesgos
Se ha visto que fijar niveles más estrictos de
alcohol en sangre para conducir reduce los accidentes de tráfico, aunque, de
todos modos, conductores jóvenes o inexpertos con 0.2 gramos de alcohol por
litro de sangre han llegado a chocar.
“A partir de 0.5 gramos de alcohol por litro de
sangre la persona empieza a ser más impulsiva y desinhibida, y a experimentar
una disminución de sus reflejos. Sin embargo, a partir de 0.8, cualquier
conductor corre más riesgos porque, además, tiene dificultades para tomar decisiones,
coordinar movimientos y calcular la distancia que lo separa de otro automóvil o
de la banqueta cuando, por ejemplo, va a dar vuelta en una calle o en una
avenida”, explica el académico universitario.
El conductor tiene los reflejos sumamente alterados
y reacciona con lentitud e imprecisión con 1.5 gramos de alcohol por litro de
sangre; asimismo, muestra una concentración visual deteriorada y no puede
mantener la atención. Todo esto le impide manejar en forma segura.
Con 2.5 está completamente ebrio, o sea, aletargado
y confuso, sin la capacidad de tomar una decisión con certeza; y con 3, pierde
paulatinamente la conciencia como antesala al coma e incluso puede morir.
Recomendaciones
De acuerdo con Faudoa Mendoza, es de vital
importancia cuidar el consumo de alcohol no sólo en la próxima temporada
navideña, sino también durante el resto del año.
“Si planeas tomar nada más dos cervezas en una
reunión o en una fiesta, lo mejor es que no lleves automóvil y regreses a casa
en un taxi (nunca con alguien que bebió), porque, con dos cervezas el alcohol
en sangre sube a 0.5 gramos por litro, y está plenamente comprobado que esta
cantidad incrementa la posibilidad de que sufras un accidente de tráfico. Por
lo contrario, si no pensabas tomar y lo haces y llevas automóvil, lo más
recomendable es dejarlo en un estacionamiento o en otro lugar seguro, y
regresar a casa también en taxi. Otras estrategias de consumo responsable de
alcohol son: a partir de cierta hora (por ejemplo, la medianoche), deja de
beber y espera a que ‘se te baje’, pero no manejes; o toma una cerveza y luego
agua y luego toma otra cerveza y come algo, y así. Date cuenta qué tanto
alcohol te puede poner ebrio. Y si tu objetivo es alcanzar la desinhibición
social, no bebas más de cuatro o cinco cervezas… No está de más decir que aquí,
en la Clínica de Atención Integral para las Adicciones, se imparten talleres en
los que se enseña cómo ser un consumidor de alcohol más responsable”, finaliza.
Fuente: UNAM
Foto: SSC CDMX