LA POSESIÓN DE ARMAS NUCLEARES ES INMORAL: PAPA
“Un mundo libre de armas
nucleares es posible y necesario”, reitera el Papa en un mensaje dirigido
al cardenal Peter Turkson, canciller de la Pontificia Academia de Ciencias
Sociales, y a los participantes en la Conferencia Internacional conmemorativa
del 60 aniversario de la Encíclica Pacem in Terris de San Juan XXIII, “La
guerra y otros obstáculos para la paz”, celebrada los días 19 y 20 de
septiembre en la Casina Pío IV del Vaticano.
Debemos
“mantener viva” la visión de que “un mundo libre de armas nucleares
es posible y necesario”, y estoy convencido de que “el uso de la
energía atómica con fines bélicos es inmoral, como inmoral es la posesión de
armas nucleares”. El Papa reitera lo que dijo en enero de 2022, antes del
inicio de la guerra en Ucrania, durante el tradicional discurso de Año Nuevo al
Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, y luego el 24 de noviembre de
2019 en el Memorial de la Paz de Hiroshima. Francisco invita a tener en cuenta
“la admonición profética del Papa Juan XXIII” en su encíclica Pacem
in terris de que, “a la luz de la aterradora fuerza destructiva de las
armas modernas”, es aún más evidente que “las relaciones entre los
Estados, como entre los individuos, deben regularse no por la fuerza armada,
sino según los principios de la recta razón: los principios, es decir, de la
verdad, la justicia y la cooperación vigorosa y sincera”.
Hoy como
hace 60 años en la Crisis de los Misiles de Cuba
En un
mensaje enviado al cardenal Peter Turkson, canciller de la Pontificia Academia
de Ciencias Sociales, y a los participantes en la Conferencia Internacional
conmemorativa del 60 aniversario de la Encíclica Pacem in Terris de San Juan
XXIII, sobre el tema “La guerra y otros obstáculos para la paz”, que
se celebra hoy y mañana 20 de septiembre en la Casina Pio IV del Vaticano,
Francisco subraya que “el momento actual tiene un inquietante parecido con
el período inmediatamente anterior a la Pacem in Terris”, y con la crisis
de los misiles de Cuba, que en octubre de 1962 puso al mundo al borde de una
“destrucción nuclear generalizada”. Y desgraciadamente en los últimos
años, continúa explicando en el mensaje enviado a los estudiosos convocados por
la Academia Pontificia y el Instituto de Investigación para la Paz de Oslo, las
armas nucleares han crecido en número y potencia, y también han aumentado otras
tecnologías bélicas, del mismo modo que está en peligro el consenso sobre la
prohibición de las armas químicas y biológicas. Por este motivo, subrayó el
Pontífice, “sigue siendo crucial la labor de las Naciones Unidas y de las
organizaciones afines para sensibilizar a la opinión pública y promover medidas
normativas adecuadas”.
Las armas
convencionales deben usarse sólo en defensa y no contra civiles
Del mismo modo, continúa el Papa
Francisco en su mensaje, la preocupación “por las implicaciones morales de
la guerra nuclear no debe eclipsar” los problemas éticos cada vez más
urgentes que plantea el uso en la guerra contemporánea de las llamadas
“armas convencionales”, que deben utilizarse sólo con fines
defensivos y no dirigidas contra objetivos civiles. Y concluye calificando de
“muy oportuno que esta Conferencia dedique sus reflexiones a aquellas
partes de la Pacem in Terris que tratan del desarme y de las vías para una paz
duradera”, esperando que las conclusiones del encuentro, “además de
analizar las actuales amenazas militares y tecnológicas a la paz, incluyan una
disciplinada reflexión ética sobre los graves riesgos asociados a la posesión
continuada de armas nucleares, sobre la urgente necesidad de un renovado
progreso en el desarme y sobre el desarrollo de iniciativas de construcción de
la paz”.