Cultura

FESTEJAN EL PRIMER LUSTRO DE LA FILUNI

  • Recuerdan los orígenes, la continuidad y la consolidación del encuentro dedicado a la edición universitaria

El quinto cumpleaños de la Feria Internacional del Libro de las Universitarias y los Universitarios (Filuni) fue celebrado por quienes la gestaron y quienes le han dado continuidad hasta llevarla a los alcances e importancia que tiene actualmente. “Es un proyecto entrañable, con el que es fácil encariñarse”, dijo Socorro Venegas, directora general de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM, al participar junto a sus antecesores en el puesto, Javier Martínez y Joaquín Díez-Canedo, y los editores Sayri Karp Mitastein y Juan Felipe Córdoba Restrepo en la mesa de diálogo Un lustro de la Filuni.

Socorro Venegas recordó que al tomar posesión del cargo, en 2019, tanto el rector Enrique Graue como el entonces coordinador de Cultura UNAM, Jorge Volpi, le pidieron de manera muy especial consolidar la Filuni, por lo que inició entonces un trabajo de revisión del estado del proyecto que condujo a varias transformaciones importantes, como renombrar el evento, ya que originalmente era la feria del libro universitario.

“Esto es algo de fondo. La primera conversación con Volpi fue: esta feria, y todo nuestro proyecto editorial, ¿cómo serían si lo nombramos y lo pensamos dirigiéndose a la comunidad universitaria? Entonces la llamamos feria de las universitarias y los universitarios, buscando ser incluyentes y devolverle una mirada a los jóvenes, a una comunidad de 300,000 estudiantes.”

Además, enfatizó, en el cambio de nombre se reflejan también las convicciones con las que trabaja esta dirección general, como la igualdad de género y la presencia de autoras y autores que estaban en los márgenes y no se publicaban. “La idea es que está sea la casa de todas y de todos. Eso repercute en el proyecto de la Feria, que es internacional y que recibe a una comunidad cada vez más numerosa”.

Martínez, director de Publicaciones de 2012 a 2017, narró cómo fue que se gestó la Filuni, a raíz de un trabajo que buscaba “fortalecer el músculo de la distribución” en la dependencia. El proyecto se presentó al Consejo Editorial de la Universidad en 2016 y un año después, en agosto de 2017, la Feria abrió sus puertas por primera vez, teniendo como invitada a la Universidad de Salamanca, España. “Yo soy experto en vender historias y sueños, y creo que al final lo logramos y hoy estamos aquí para celebrar cinco años”, expresó.

Díez-Canedo, a quien le tocó inaugurar la Filuni como director de Publicaciones, explicó que el mayor interés era darle visibilidad a la enorme producción editorial de la Universidad de la manera más concreta posible, y destacó que tras cinco ediciones el encuentro librero no ha perdido ese objetivo inicial a pesar de que su oferta editorial ha crecido al abrirse a otro tipo de publicaciones. “Sigue cumpliéndose aquel propósito original”, dijo el editor por quien la mesa redonda fue un festejo doble, ya que los asistentes, amigas y amigos en su mayoría, le cantaron las mañanitas por ser su cumpleaños.

Sayri Karp Mitastein, directora de la Editorial de la Universidad de Guadalajara, mencionó que desde el principio se vio como una “apuesta difícil” convocar a una feria sólo para editoriales universitarias, pero el proyecto fructificó y ha tenido éxito gracias a que, desde la primera edición hasta la presente, los participantes se han sentido como en casa en la UNAM. “Nos sentimos bien recibidos en un espacio especialmente dedicado a nosotros, y eso es lo que ha animado mucho”.

Para finalizar la celebración en la que estuvieron “el origen, la continuidad y el presente de la Filuni”, como llamó Córdoba Restrepo a Javier Martínez, Joaquín Díez-Canedo y Socorro Venegas, se les pidió una opinión sobre lo que ven a futuro para la Feria, a lo que el primero respondió: “Es muy importante evaluar y medir los resultados, conocer al público, saber qué es lo que están esperando. Creo que eso es algo que se ha hecho maravillosamente y les auguro un futuro enorme, porque se ha mantenido como una feria del libro universitario para las y los universitarios”.

La directora de Libros UNAM comentó que el crecimiento exponencial en el número de sellos editoriales participantes, visitantes y actividades que ha tenido la Feria en los últimos años plantea un reto que debe afrontarse con el análisis colectivo de las experiencias de trabajo. “A veces no nos podemos creer las cifras, este año tuvimos que habilitar una sala que antes era de autores para convertirla en un foro, ya no cabemos. El futuro es ese, revisar nuestra propia capacidad para recibir lectores y propuestas para presentar libros, ése es el desafío”.

FUENTE: UNAM