EN LA VÍSPERA DEL DESTAPE, PEPE ES EL MEJOR PERFIL
Por Edgar Hernández*
En la víspera de que se haga
oficial la nominación del candidato del Frente Amplio por México para Veracruz
de parte del dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, ya no hubo duda.
La guerra mediática era
previsible.
Es parte de la cultura y
tradición política de los veracruzanos, al igual que la lucha en donde hay un
vencedor y también vencidos.
Termina la guerra de
declaraciones para entrar al terreno de las acciones en momentos en que la
alternancia es posible ante la débil aspirante Rocío Nahle, quien desde antes
de ser nominada se ganó a pulso el rechazo de los veracruzanos por su
cuestionado pasado y tener impedimento constitucional por ser zacatecana.
Para Pepe Yunes el camino no
ha sido fácil.
Fueron casi cinco lustros de
trabajo legislativo -uno municipal al inicio de su carrera como presidente
municipal de su pueblo, Perote- en la construcción del sueño.
Es sobreviviente a cuatro
gobernadores.
Con dos cargos de elección
popular perdidos por la circunstancia política, uno cuando fue aspirante a Senador
de la República, bajado por Fidel Herrera y el otro cuando buscó la gubernatura
de cara al efecto Peje, cumple una carrera legislativa impecable que le ha
llevado al reconocimiento nacional y aplauso de sus pares.
Su lucha legislativa le ha
ganado incluso algunos disgustos con de casa. Su actitud combativa en defensa
de sus representados en ocasiones ha tocado intereses que molestan.
Y acaso la vorágine de los
acontecimientos da lugar al olvido, pero no para sus representados que han
visto a lo largo del último cuarto de siglo como, gracias a sus gestiones, se
construyeron puentes, carreteras y caminos vecinales, colectores como el
“Gutiérrez Barrios” de Xalapa y créditos para el campo.
Cafeticultores, cañeros y
pescadores fueron beneficiados en la misma proporción a la inyección entregada
para los programas de salud y vivienda.
Tan solo durante su gestión
como Senador de la República bajó recursos a más de 80 municipios por más de
dos mil 800 millones de pesos.
Y eso, aunque en política se
olvida a la hora de los madrazos queda presente en el imaginario colectivo, más
entre los beneficiarios.
El aspirante a gobernador ha
luchado asimismo contra las injusticias y abusos de poder: la escalada
feminicida desatada en el último lustro, la presencia militar en las calles y
fundamentalmente sus repetidas denuncias contra la corrupción que tomó carta de
naturalización en este sexenio.
De ahí el respaldo manifiesto
en las encuestas internas que ha venido realizando el FAM en las últimas
semanas y en lo particular, no el PRI, sino las mandadas a hacer por el PAN,
así como de manera individual por el propio Pepe Yunes.
Las insaculaciones
estadísticas no están por hacerse, ya fueron hechas.
De ahí la postura de Pepe
Yunes de no jugar en falso o pretender engañar a su partido, a la opinión
pública, a sus adversarios o a sí mismo.
Quienes lo conocen saben de su
seriedad.
Y aunque hoy se malinterprete
en juego de palabras que habrá de “sumarse con el ganador”, la realidad es que
José Francisco Yunes Zorrilla -a quien mata el apellido- apostó a ir hasta el
final cuando observó que podía y que tenía el respaldo ciudadano.
El mismo se ha proclamado como
aspirante a ser el candidato ciudadano.
Por ello camina a la
nominación tranquilo.
Este reportero quien ha
seguido muy de cerca su andar en los últimos meses en la ciudad de México no
percibe en él arrebatos ni estridencia alguna; tampoco voluntarismo o un necio
afán por ser.
Siempre se ha referido a la
política como una circunstancia, que responde a tiempos y determinaciones
cupulares hoy fortalecidas por el respaldo ciudadano.
Por ello sus dichos de
participar sin obsesiones y no ganar a la mala “porque lo más importante no es
tener un proyecto personal, sino rescatar Veracruz en momentos en que la
alternancia solo es posible si estamos unidos”.
Incapaz, para quienes lo
observamos de cerca, escuchar alguna petición o mandato de maltratar o golpear
a algún adversario, menos dictar una nota, columna o comentario de ofensa para
el contrario.
Al periodista lo respeta, al
igual que a los moderadores de opinión a quienes jamás tira línea, es mí caso.
Es un caballero, aunque a
veces se pasa.
Debería tener una mano de
hierro con guante de terciopelo, pero no. Prefiere el diálogo y el
convencimiento como herramientas para la gobernabilidad.
Habrán de bajar en breve los
ánimos exaltados.
Habrá de sucederse en breve de
parte del vencedor un mensaje de unidad, de concordia y llamado a la
participación. Será un mensaje de firmeza y con definición de acciones y
posturas.
Será por Veracruz.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo